8/12/2017

Estoy pastoreando por llamado p por familia?

En estos días un amigo hijo de pastor me escribió con una pregunta relevante para muchos. "Porqué soy pastor de la Iglesia que mi papá pastoreo? Por herencia o llamado?"

La pregunta me puso a reflexionar acerca de el llamado de Dios y la herencia espiritual. Aquí les ofrezco algunas ideas para responder a esta pregunta tan importante. 

Mi primera pregunta es esta: ¿Quien está preguntando si Ud es pastor por familia o por llamado, usted mismo u otra persona? De igual forma la pregunta es importante, pero la respuesta varía si la pregunta es interna o externa.  

Si la pregunta cuestionando el llamado del hijo de ministro es externo, proveniente de otra persona, apunta a un problema que yo llamo "la doble pérdida." Si uno tiene ganas de servir al Señor y le dan una responsabilidad en la iglesia, alguien siempre se va a quejar que solo sirve porque es hijo del pastor. Pero si los Hijos de ministros no quieren servir en la iglesia, la gente se queja más, diciendo que deberían tener un llamado porque sus papás son pastores, como si fuera un asunto genético o característica familiar. 

Alguien siempre va a criticar; es inevitable en la vida en cualquier ámbito. Hasta cierto punto uno mismo decide por sus acciones por qué razón lo van a criticar. Para mi es mucho mejor que me critiquen por ser una persona emprendedora, por tener fe, y por tener ganas de servir al Señor. Si no hago nada me van a criticar por vago.

Si el cuestionamiento de su llamado y liderazgo es interno, proveniente de su propio corazón, la pregunta clave viene siendo esta: ¿en qué consiste un llamado para servir a Dios? ¿Debería ser un momento mágico donde Dios llama a ciertas personas de la nada, sin contar su formación personal, sus dones naturales, o la mentoría que hayan recibido? Yo pienso que esa perspectiva no es realista. Los hijos de ministros tienen una formación espiritual especial en su casa, aprendiendo de la palabra de Dios, a orar, y a vivir por valores cristianos desde su nacimiento. ¿Será una casualidad, o más bien es una formación como parte del plan de Dios para levantar sus siervos para servir en el pueblo de Dios? 

Es lo mismo en la iglesia local: los chicos que crecen en la iglesia tienen toda la vida para desarrollar sus dones, para dirigir alabanza, para servir con niños, jóvenes y adultos, para participar en proyectos evangelísticos y misioneros. No es una coincidencia: la iglesia y Dios mismo los están preparando para ser la próxima generación de líderes. El mismo Pueblo de Dios levanta la próxima generación de siervos.

Ahora bien: si los hijos de pastores están recibiendo salarios para trabajar en ministerios para los cuales no están preparados, o donde no son efectivos, o donde se aprovechan de la gente como los hijos de Elí en 1 Samuel 1-2, podemos tener un problema grande, el peor tipo de nepotismo, donde los hijos de ministros sirven por negocio familiar, trasquilando las ovejas para ganancia propia.

Para mi un llamado de Dios para servir en ministerio pastoral muchas veces lleva la siguiente forma, aunque cada historia es diferente.  

1. Conversión. Una persona entrega su vida a Cristo, sea jovencito o ya adulto. 

2. Discipulado. Hay un proceso de formación espiritual donde aprenden a caminar con el Señor y a entender la palabra de Dios. 

3. Servicio. En el proceso de crecimiento sirven en la iglesia, a veces en muchas area diferentes en el trancurso del tiempo. Ciertos ministerios les llaman la atención y calzan con sus dones naturales, sea la adoración, la enseñanza, la cocina, la organización, etc. 

4. Liderazgo. Hay ciertos de estos ministerios que requieren más preparación, especialmente la enseñanza y predicación. Una parte importante del liderazgo en la iglesia local es a través de la predicación y la proyección de dirección. Los que se desarrollan en esto muchas veces sienten un llamado para prepararse más, a través del estudio más formal de la Biblia. 

Las Asambleas de Dios reconoce a los que sirven con un liderazgo espiritual comprobado, que han completado un nivel de formación bíblica  y ministerial, con un credencial ministerial. La misma iglesia ayuda a definir el llamado de Dios que uno recibe de parte del Señor.

Ciertamente cuando estamos en el ministerio pastoral en la iglesia necesitamos saber que Dios nos ha llamado a servirle a Él. Yo no soy empleado de la iglesia, sino de Dios, y en buena teoría la iglesia reconoce el llamado, y sabiendo que una labor pastoral requiere muchas horas de trabajo cada semana, le pagan al pastor para dedicarse a ese trabajo. 

Si usted está trabajando dentro de sus dones, habiendo sido fiel en su preparación y amando a las ovejas del Señor, usted está pastoreando por llamado.


1/18/2014

Hijos de Ministros en América Latina: Una Investigación de las ventajas y desventajas de la experiencia del HdM

Dr. Jon Mark Dahlager
Misionero de las Asambleas de Dios, San José, Costa Rica

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- Este artículo se publicó por primera vez en la revista teológica electrónica Encounter del Seminario Teológico de las Asambleas de Dios en Springfield, Missouri, USA, Setiembre 2012. Es un resumen de la tesis doctoral que lleva el mismo nombre. Para cita académica usar lo siguiente: 
- Dahlager, Jon. "Hijos de Ministros en América Latina: las ventajas y desventajas de la experiencia del HdM." Encounter: Journal for Pentecostal Ministry, Summer 2012, Vol. 9. Internet, http://www.agts.edu/encounter/articles/2012summer/Dahlager_spanish.pdf. 
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Introducción
Los Hijos de Ministros (HdM[1]) tienden a sobresalir entre los jóvenes más reconocidos, talentosos y hasta criticados en la iglesia. Un ministerio especializado para HdMs puede ayudarles a sobrellevar los desafíos de su vida bajo la lupa de la iglesia, pero ese ministerio se debe fundamentar sobre un entendimiento de la vivencia real de los hijos de ministros.
Este artículo resume los resultados de una investigación académica que propuso establecer un fundamento teórico y práctico para el ministerio hacia los hijos de ministros. Para este fin se encuestaron a seiscientos siete HdMs evangélicos pentecostales en cinco países latinoamericanos: Argentina, Costa Rica, Cuba, El Salvador y Panamá. [2]
Los Resultados Resumidos
Los datos del estudio sugieren que hay cinco características que definen la experiencia idiosincrática de los hijos de ministros, cada una con sus respectivas ventajas y desventajas: (1) Los HdM crecen con papás-pastores, gozando de una rica herencia espiritual, pero la iglesia tiende a dominar la vida familiar. (2) Los HdM son famosos en la iglesia local, disfrutando del reconocimiento especial pero viviendo en una pecera, observados y criticados por todos. (3) Los HdM llevan un gafete de acceso especial a lo mejor del mundo cristiano, pero la gente espera que sean “pastorcitos” perfectos. (4) Los HdM tienen acceso a información privilegiada acerca del ministerio y la iglesia, pero demasiada información produce cinismo y aislamiento; (5) A los HdM se les abren puertas especiales para liderazgo ministerial, pero el ministerio prematuro puede resultar en la desilusión o el fracaso ético.
Este artículo explica las ventajas y desventajas de cada una de estas cinco idiosincrasias de la experiencia del HdM con datos de la encuesta y ejemplos concretos. Los que quieren ayudar a los HdM pueden construir relaciones de apoyo e ingeniar estructuras ministeriales para ayudarles a maximizar las ventajas y contrarrestar las desventajas.
Una Historia de Transformación: Pablo
Pablo era un adolescente hijo de una pareja pastoral. Deportista, fiestero, perseguidor de chicas y aventurero con sustancias peligrosas, él deambulaba por las calles del pueblo con sus primos alborotadores. Cuando mi esposa y yo conocimos a su familia en el primer retiro de HdMs en Costa Rica en el año 2001, sus padres pastores no sabían qué hacer con su hijo descontrolado, pero anhelaban que el ministerio de hijos de ministros le pudiera ayudar. Dos años después Pablo tuvo una experiencia personal con Cristo en el altar de un retiro de HdMs. Sus compañeros de campamento se convirtieron en su nuevo círculo de amistad, ayudándole a tomar decisiones para convertirse en el hombre de Dios que él fue creado para ser. En los siguientes años, todos los que lo conocían observaron una transformación en Pablo, despacio pero seguro, mientras él tomaba pasos para servir al Señor. Primero se apuntó para ser ayudante de cabaña en un campamento HdM, después como líder de jóvenes en su iglesia, participando en un viaje misionero a Cuba, y escribiendo un blog de reflexiones e historias que ganó premios a nivel nacional. Se distinguió como capacitador de ministerio juvenil, y en su carrera secular fue ascendido hasta llegar a ser un administrador universitario. En el 2009 Pablo ayudó a elaborar nueve planes de curso para una especialización en pastoral juvenil usados para entrenar miles de líderes juveniles en Institutos Bíblicos en toda América Latina. Él insiste en que Dios usó el ministerio de hijos de ministros en Costa Rica para salvarle la vida, y ahora su meta es levantar su generación para Cristo.
¿Porqué Ministrar a los Hijos de Pastores?
Cuando mi esposa Jennifer y yo llegamos a Costa Rica en el año 2000, los líderes nacionales de las Asambleas de Dios reconocieron que se estaba perdiendo una generación de hijos de ministros y pidieron nuestra ayuda para desarrollar un ministerio para ellos. Cuando el equipo de trabajo empezó a reunir datos acerca de los ochocientos HdMs entre los doce y veinticinco años, encontraron sólo uno que se estaba preparando en el Instituto Bíblico para el ministerio, mientras varios estaban en restauración por adicción a las drogas. Los pastores rogaron que les ayudáramos con sus hijos que luchaban con amargura contra la iglesia y el ministerio.
Falta de Materiales para Ministerio HdM
La falta de materiales publicados presenta un desafío importante para los que quieren ayudar a los HdM. Al principio nos orientamos con el libro Tengo que ser Perfecto del consejero Tim Sanford, quien describe el poder destructor del perfeccionismo que resulta de las expectativas imposibles y la crítica de la gente de la iglesia.[3] Otro estudio psicológico de Cameron Lee, un libro llamado en inglés PK, identifica la crisis de identidad como un lema central para los HM que crecen en la sombra de padres súper-conocidos.[4] Lee también explica que la “ecología social” de los HdM es una interacción complicada entre su carácter personal, la vida familiar, y los miembros omnipresentes de la iglesia, quienes son a la vez amigos, clientes, y jefes de sus padres.
Artículos en revistas populares cristianas ofrecen consejos para padres-pastores, muchas veces enfocando cómo una falta personal de límites e integridad en el hogar puede perjudicar a los hijos.[5] Aunque esta literatura nos ayuda a entender la problemática del HdM, enfocando lo negativo no sirve cuando uno está parado en frente de un grupo de HdMs adolescentes en un campamento. Se debe  hablar también de las bendiciones y construir sobre las ventajas. Se hizo este estudio para documentar, de boca de los HdM, cómo ellos perciben las ventajas y desventajas de su vida.  
Lo Bueno y lo Malo Coexisten
Cuando me reúno por primera vez con un grupo de HdMs, siempre hago un ejercicio donde se ponen dos sillas en frente del salón, una rotulada con un dibujo de una cara alegre y la otra con una cara enojada. Todos los chicos se sientan quince segundos en cada silla, primero contando algo bonito de ser hijo de ministro, y después contando algo feo.
Al principio del ministerio les decíamos a los HdMs que escogieran una sola silla, y nos dimos cuenta que los que escogían la silla negativa se sentían rebeldes y malagradecidos, mientras los que se sentaban en la silla feliz temían que estaban jugando de santos o encubriendo la realidad. Los HdM se frustran cuando tienen que describir su experiencia como “buena” o “mala,” porque toda su vida la gente ha querido tacharlos de “santitos” o “rebeldes.” A los HdM hay que darles permiso para reconocer que los elementos positivos y negativos coexisten en su experiencia en la casa pastoral.[6]
Durante los años 2007 y 2008 usamos la dinámica de las dos sillas en varios talleres con HdMs y analizamos los resultados para montar una teoría inicial de las bendiciones y los desafíos más importantes de su experiencia. Esta teoría se utilizó para elaborar una encuesta completa para hijos de ministros.
La Encuesta: 607 HdMs en 5 Países
Entre julio de 2008 y agosto de 2009 miembros y amigos del ministerio de hijos de ministros en Costa Rica participaron en seis retiros para HdMs en cinco países: Argentina, Costa Rica, Cuba, El Salvador, y Panamá. En estos retiros, 607 participantes completaron una encuesta diseñada para establecer un banco de datos sólidos sobre las ventajas y desventajas de la experiencia de los HdMs.
Después de pedir información demográfica, la encuesta se dividía en dos secciones. La parte subjetiva pedía que los HdM nombraran tres ventajas y tres desventajas de ser HdM. Los 607 encuestados escribieron 1,378 ventajas y 1,264 desventajas. Estas fueron organizadas por respuestas parecidas, produciendo 18 ventajas y 26 desventajas típicas.
La parte objetiva presentó setenta y siete frases concretas acerca de la vida HdM, por ejemplo “mis padres son un buen ejemplo de un matrimonio cristiano,” o “en la iglesia me critican por mi forma de vestir.” Los jóvenes indicaron en una escala de uno a cinco cómo cada frase reflejaba su experiencia personal. Las 77 preguntas produjeron 46,739 respuestas, y estas fueron comparadas con las respuestas subjetivas para elaborar un perfil de la realidad de los hijos de ministros de América Latina.
5 Características de la Experiencia HdM
Un ministerio efectivo para hijos de ministros comienza con la pregunta, “¿Cuáles son las características de la experiencia de un HdM que hace que sea diferente a los otros jóvenes de la iglesia?” Por medio de la encuesta los mismos HdMs contestan esta pregunta. Los datos sugieren que los HdM perciben que la idiosincrasia de su experiencia reside en cinco características. Como una moneda con dos caras, cada una de las cinco incluye ventajas y desventajas. Analizaremos las cinco características una por una.
Característica HdM #1: Crecen con Padres Predicadores
Los HdM se forman en familias cristianas altamente comprometidas, con padres involucrados en ministerio vocacional. Los padres-predicadores normalmente cuentan con entrenamiento bíblico especializado, tienen credenciales ministeriales con alguna organización cristiana, y sirven en liderazgo espiritual para una congregación. Para ellos el ministerio no es un programa de software que se apaga después de equis horas de oficina; para el predicador el llamado al ministerio es su sistema operativo, siempre funcionando en el fondo de su vida personal y familiar. La vida de la familia pastoral enfocada en el ministerio le ofrece al HdM la ventaja de una rica herencia espiritual, pero también produce la desventaja de que la iglesia puede llegar a dominar todas las facetas de la vida familiar.
Ventaja de Característica #1: Una Rica Herencia Espiritual
Creciendo con padres-predicadores los HdM cuentan con la ventaja de una rica herencia espiritual. La encuesta mostró de modo abrumador que los HdM le ponen un valor altísimo a la formación espiritual que han recibido, a sus padres ejemplares, y a la bendición especial que su familia disfruta como parte de su obediencia al llamado al ministerio vocacional. En la parte objetiva de la encuesta las cinco frases con las cuales los HdM más concordaron tenían que ver con la bendición de su vida familiar:
·      “Mis padres me han enseñado de la Biblia desde mi niñez” (94% de acuerdo);
·      “Mis padres para mi son un modelo de la vida cristiana” (94%);
·      “Mis padres son un ejemplo de cómo vivir por la fe” (93%);
·      “Yo respeto a mis padres como personas de Dios” (92%); y
·      “Mis padres gozan de una relación matrimonial fuerte y unida” (91%).
Entre las ventajas subjetivas la categoría de “formación espiritual” quedó en primer lugar, incluyendo las frases siguientes que se repetían una y otra vez:
·      “Mi familia es muy bendecida;”
·      “Me siento orgulloso/a de mi familia;” y
·      “Aprendes de la Biblia desde nacimiento.”
Desventaja de Característica #1: El Síndrome de la Familia Eclesiástica Profesional.
Si los padres-predicadores no protegen cuidadosamente los límites entre su trabajo y la vida familiar, la iglesia puede llegar a dominar todo, creando el ¨Síndrome de la Familia Eclesiástica Profesional.” Algunos HdM tienen que pasar horas interminables en el edificio de la iglesia. Otros extrañan la atención de sus padres, quienes pasan toda la noche aconsejando a los feligreses por teléfono. Cuando los padres constantemente sacrifican a la familia en favor de su trabajo en la iglesia, los HdM pueden sentir confusión acerca de quién le quitó a sus papás: “¿Fue Dios, la iglesia, el cuerpo de  diáconos, o su propia renuencia a defender nuestro tiempo familiar?”
En la encuesta la queja número uno de los HdM tiene que ver con el tiempo que sus padres están disponibles para ellos. Dicen:  “Mis padres siempre están ocupados y no tienen tiempo para mí.” Otros lamentan su situación, diciendo, “La gente de la iglesia trata a nuestra casa como si fuera de ellos.” La vida ministerial también afecta la economía familiar, y algunos hacen esta observación: “Nunca tenemos dinero y nunca podemos comprar nada,” o “Mis padres a veces regalan en la ofrenda dinero que necesitábamos en la casa.”
En algunos contextos las iglesias hacen elecciones pastorales cada cierto tiempo – en algunos casos cada dos años. Como resultado algunas familias pastorales tienen que salir de su iglesia y a veces mudarse de ciudad. Treinta y nueve por ciento de los HdM dijeron: “He perdido amistades cuando hemos tenido que salir de una iglesia.”
Los problemas de falta de límites en “la familia eclesiástica profesional” también se demuestran en el tiempo que los padres sacan para sus hijos y cuánto se compenetran en su mundo. Más de una tercera parte de los HdM dijeron: “Mis padres no saben cómo me porto cuando estoy con mis mejores amigos” (34%). Un 45% de los afirmaron: “Mi familia no saca un tiempo de vacaciones cada año,” y 50% dijeron que sufren por necesidad económica en la casa. El 40% coincidieron en que sienten que “las necesidades de otros son más importantes que las mías,” y 35% afirmaron: “Mis padres sacan tiempo para otros pero no para mí.”
Característica HdM #2: Viven en el Escenario de la Iglesia Local
Los pastores y sus familias son personas altamente visibles bajo los reflectores del escenario de la iglesia local. Los HdM pueden compartir algunos beneficios del reconocimiento especial de sus padres, pero también sienten que viven dentro de una pecera, observados y muchas veces criticados por todo el mundo.
Ventaja de Característica #2: Reconocimiento Especial
Vivir en el escenario de la iglesia local significa que los HdM son conocidos por los miembros de la congregación y la comunidad, y muchas veces reciben reconocimiento especial como parte de la familia pastoral. A los pequeños les gusta que mucha gente los conozca; a muchos les encanta ubicarse a la par de sus padres para saludar a los hermanos en la iglesia como si fueran personas famosas. De todas las ventajas subjetivas nombradas por los HdM en la encuesta, la más popular era el reconocimiento: “la gente te conoce y te da privilegios especiales, y a veces regalos.” 
Los HdM mencionan otros beneficios del reconocimiento, especialmente la comida gratuita: “Cuando venden tamales (o refrescos, café, galletas, o hamburguesas, dependiendo del ambiente cultural), no te los cobran.” Casi todos admiten haberse tomado el jugo de uvas de la Santa Cena, y muchos hacen fiesta en la cocina de la iglesia con la comida que sobra después de una boda o un funeral. También disfrutan del uso ilimitado de los instrumentos musicales, el equipo de sonido, y las máquinas de oficina, además de tener acceso total a las instalaciones de la iglesia.
Otros también manifiestan que es una bendición contar con una gran red de apoyo de los hermanos de la congregación: “La gente me cuida, me protege, y me ayuda.” Algunos miembros ayudan a criar a los HdM y prácticamente se convierten en parte de la familia. Varios reconocen que sienten una cobertura espiritual porque saben que los hermanos oran por ellos. Esta red de apoyo puede abrir puertas para empleo o prácticas profesionales, y a veces resulta en ayuda económica para estudios o eventos especiales como campamentos o viajes misioneros.
Desventaja de Característica #2: El “Síndrome de la Pecera”
El resultado negativo de vivir en el escenario de la iglesia local es el “Síndrome de la Pecera,” la vigilancia constante que resulta en la falta de privacidad, la crítica, y una lucha perpetua contra las expectativas de perfección. Como un pececito en una pecera, el HdM nunca se puede esconder de la mirada de la gente de la iglesia.
En la encuesta las desventajas subjetivas más mencionadas eran la crítica (mencionada 253 veces) y la observación (181 veces). Los HdM frecuentemente se quejan: “Sólo porque mis padres son los pastores, la gente me tiene vigilado y meten las narices en mis cosas personales. Critican mi apariencia, mis amigos, mis notas, y cada palabra que digo. Si ando zapatos de marca dicen – ¡ahí van los diezmos! En la iglesia opinan si levanto o no levanto las manos, si canto o no canto, si sirvo o no sirvo. ¡No aguanto la presión para ser perfecto!”
Los padres-pastores a veces empeoran la crítica cuando usan a sus hijos como ejemplos delante de la congregación. Un 59% dijeron que sus padres los usan en ilustraciones de sermón, lo cual aumenta su visibilidad y los exponen a la crítica – inclusive si la ilustración es positiva. Aún así, los chicos les dan el beneficio de la duda a sus padres; un 71% indicaron: “mis padres tratan de protegerme de la crítica.”
Los padres tienen el poder y la responsabilidad de proteger a sus hijos de la crítica innecesaria y procurar que las expectativas impuestas sobre sus hijos no sean injustas o diferentes que para los otros niños y jóvenes en la iglesia. Los HdMs más amargados son los que sienten que sus familias les imponen reglas injustas y que tienen que ser perfectos solo para proteger la reputación de sus padres.
Característica HdM #3: Acceso Especial al Mundo Cristiano
Las conexiones profesionales y denominacionales del ministro le ofrecen a su familia un carné de acceso especial a las personas, los eventos, y las instituciones del mundo cristiano. Desafortunadamente, el mismo apellido famoso que les abre puertas también complica el proceso de encontrar su identidad propia, porque en el mundo de la iglesia se les trata como si fueran “pastorcitos.”
Ventaja de característica #3: Los Privilegios de la Membresía en el Mundo Cristiano
Los HdM disfrutan de acceso especial a lo mejor del mundo cristiano, como si tuvieran puesto un gafete VIP de todo-acceso en un concierto. Sus conexiones familiares le permiten conocer a líderes, artistas, evangelistas, misioneros, y otras personas que les hacen sentir una conexión fuerte con el reino de Dios en todo el mundo. Muchas veces son invitados a participar en los mejores eventos, a asistir conciertos, y a conocer el funcionamiento de las mejores instituciones cristianas de educación o acción social.
Los HdM claramente consideran que estas conexiones a través de su familia son una ventaja importante. En la encuesta la ventaja número cinco era: “Puedo conocer a mucha gente,” y el poder viajar a los eventos cristianos se afirmó como un beneficio importante. Poder contar con amigos HdM quedó como la ventaja #10, y un 77% afirmaron que tienen un amigo HdM con quien pueden hablar. Los HdM valoran poder participar en eventos especiales para ellos y conocer a otros jóvenes que comparten sus vivencias.
Desventaja de Característica #3: El “Síndrome del Pastorcito”
Para muchas personas la familia ministerial incluye el pastor, la pastora, y los “pastorcitos.” Puesto que la identidad familiar del HdM le da acceso VIP al mundo cristiano, el mismo apellido que le abre puertas también puede imponer expectativas altas y complicar el proceso de definir su propia identidad y vocación.
Mucha gente espera que los HdM alcancen niveles imposibles de perfección. El HdM, por más pequeño que sea, debe portarse como adulto en el templo, conocer todos los versículos bíblicos, y poder ofrecer consejería espiritual a los jóvenes de la iglesia y su escuela. Frases como “siempre tengo que ser perfecto” y “nunca puedo cometer errores” aparecieron como la tercera desventaja más común en la encuesta. Un 78% de los HdM concordaron que “la gente espera que yo ponga el ejemplo para todos los jóvenes de mi iglesia.” El hecho de que un 50% estuvieron de acuerdo con la declaración “me siento culpable porque debería ser mejor de lo que soy” indica que ellos mismos han interiorizado las expectativas de perfección.
El “Síndrome del Pastorcito” también resulta en la “doble pérdida” a la hora de escoger una vocación. Una “doble pérdida” ocurre cuando cualquiera de dos escogencias resulta en pérdida para el que escoge. Al HdM le critican si quiere servir en la iglesia e igual si no quiere servir. Un 59% manifestaron: “la gente espera que yo sirva en la iglesia sólo porque soy HdM,” mientras 43% dijeron: “la gente se queja de que yo solo sirvo porque soy HdM.”
Un gran número de HdM pentecostales cuenta historias de palabras proféticas declaradas sobre ellos en frente de la congregación, prometiendo un gran ministerio futuro. Desde temprana edad los hermanos les preguntan a los pequeños, “¿Vas a ser un predicador como tu papá o mamá?” Todo esto complica el proceso de definición vocacional.
Característica HdM #4: Manejando Información Privilegiada
Viviendo con pastores, los HdM manejan información privilegiada acerca de la iglesia, sus actividades, los miembros, y el proceso de liderar una congregación. El exceso de información puede resultar en desilusión, amargura con la iglesia, rechazo, y el “Síndrome de la Carita Feliz.”
Ventaja de Característica #4: La Información y la Formación Especial
Aún cuando los pastores ejercen discreción con la información que comparten con sus hijos en la casa, los HdM casi siempre manejan algún grado de información privilegiada acerca del funcionamiento de la iglesia, sus actividades, los miembros, y el liderazgo que ejercen sus padres. Algunos abiertamente reconocen que les gusta escuchar los chismes acerca de la gente. Otros manejan información especial porque trabajan muy de cerca con sus padres, por ejemplo como secretarias, conociendo tan bien el teje y maneje de la iglesia que ellos mismos son una fuente de información para sus papás. En algunos casos la familia pastoral maneja la parte organizativa de la iglesia como otras familias de su pueblo administran sus negocios familiares. Los HdM saben cómo funciona todo y pueden ser un gran apoyo a los padres.
Muchos aprenden a entender el corazón de un líder cristiano mirando de cerca a sus padres, y algunos consideran que el mero hecho de ser HdM es una mentoría y escuela de formación. La gran mayoría de HdMs afirman que ver a sus padres-pastores de cerca les ha enseñado acerca de la resolución de conflictos (77%) y el liderazgo (75%). En la encuesta un 61% reconoce haber escuchado información privada acerca de los individuos en la iglesia.
Desventaja de Característica #4: El “Síndrome de la Carita Feliz”
La información privilegiada normalmente resulta en un exceso de información, y los HdM y sus familias tienen que lidiar con la realidad del lado oscuro de la iglesia. Aún cuando los padres tienen cuidado con la información, los hijos son expuestos a la realidad del conflicto en la iglesia, el pecado humano, y el rechazo personal. Aún así, el HdM tiene que llegar a la iglesia todos los domingos a apoyar a sus padres y a servir con su máscara de carita feliz bien puesta.
A los HdM les hiere profundamente cuando los miembros de la iglesia atacan a sus padres. En la encuesta sostuvieron, tanto en las respuestas subjetivas (la #6 más común) como objetivas (83%) que a ellos les duele cuando ven a sus padres sufrir bajo la crítica de los miembros de la iglesia.
El exceso de información puede incluir un sentimiento de rechazo de parte de otros jóvenes de la iglesia. Menos de la mitad de los HdM podían afirmar que contaban con alguna persona, dentro (40%) o fuera (45%) de la iglesia local, con quien podían compartir sus problemas personales. Algunos se quejaron “no puedes confiar en nadie ni tener amigos de confianza en la iglesia,” o “otros me sacan de su grupo de amistad porque mis padres son pastores.” Un 29% afirmaron que otros los habían tratado como “el espía del pastor.”
Característica HdM #5: El Carril Acelerado hacia el Liderazgo Ministerial
Muchos HdM crecen sirviendo en la iglesia, y se les ofrecen oportunidades tempranas y aceleradas de liderazgo ministerial. Desafortunadamente, este “carril rápido”  también incluye el riesgo de liderazgo precoz.
Ventaja de Característica #5: Oportunidades Tempranas de Liderazgo
A los hijos de ministros que demuestran dones especiales les pueden abrir paso acelerado hacia el liderazgo ministerial. Los HdM pueden invertir muchísimas horas desde una temprana edad desarrollando talentos ministeriales, dándoles una gran ventaja comparado con sus pares en la iglesia. Hemos conocido a muchos HdM que ya predicaban a los doce años o participaban con canciones especiales en frente de la iglesia a los cinco años. ¿Y qué padre-pastor no quiere abrirle paso a su hijo/a para ministrar, cuando desde nacimiento le ha pedido a Dios que sus hijos le sirvan a Él?
Los datos demográficos de la encuesta indican que cuatrocientos sesenta y nueve (77%) de los HdM ya estaban involucrados en algún ministerio. En las primeras tres posiciones los HdM dicen que sirven con la música (50%), con los jóvenes (16%), y con los niños (8%). Una mayoría de HdMs indican que la iniciativa de sus padres (86%) y el hecho de criarse en la iglesia (79%) les ha ayudado a desarrollar sus talentos.
Entre las ventajas subjetivas, la #3 entre todas era “Ministerio – ser un HdM te desarrolla, te ayuda, y te abre puertas en el ministerio.” Muchos HdM toman muy en serio el privilegio y la responsabilidad de ser ejemplo para los otros jóvenes (53%), y entienden que en su posición las personas confían más en ellos y les dan oportunidades especiales para servir.
Desventaja de Característica #5: El Liderazgo Prematuro
El carril rápido hacia el liderazgo incluye el peligro del liderazgo prematuro, que puede lanzar a un joven HdM a situaciones de responsabilidad que el o ella no tenga la madurez para sobrellevar. Otro peligro es que caiga en el “Síndrome de los Hijos de Eli,” copiando el patrón de los hijos del sacerdote Elí en 1 Samuel 2-3, quienes con carácter corrupto se aprovecharon de su posición ministerial para ganancia deshonesta, robándose las ofrendas, despreciando a los adoradores sinceros, y aprovechándose de las mujeres en el tabernáculo. Este es el peor caso posible: Un HdM con talento y una posición de influencia in la iglesia, pero con el carácter corrupto.
En la encuesta un grupo importante de HdMs expresó sentir que no tenían la madurez para manejar sus responsabilidades ministeriales. Otros dijeron que no aguantan la presión de su liderazgo actual, o se quejaron de que nadie reconocía sus esfuerzos. Un 43% dijeron que resienten las acusaciones de favoritismo o nepotismo, mientras un 18% admitieron que sirven en la iglesia aunque practican algún pecado habitual.
Un compromiso prematuro al ministerio como vocación, lo que James Marcia denomina “exclusión de identidad,” puede hacer que algunos HdM se sientan atrapados por el ministerio, forzados a ser y hacer algo que no quieren.[7] En la encuesta un 40% reportaron sentir presión “para ser un pastor como mis padres.”
Conclusión: Consejos para los que Quieren Ayudar a los HdM
Habiendo entendido las ventajas y desventajas de la experiencia de los hijos de ministros, ofrecemos algunos consejos muy concretos para padres-pastores y los líderes de este ministerio, y a los que quieran ayudarlos.
Los Padres-Pastores pueden tomar acciones muy concretas para ayudar a sus hijos a manejar la vida dentro de “la pecera.”

1.     Proteja los límites de su tiempo de trabajo, comiendo con la familia y no trabajando todas las noches. 
2.     Esté presente al 100% cuando comparte con sus hijos en casa. Apague el celular y desconecte su mente de la iglesia.
3.     Conozca su mundo: sus amigos, sus actividades, y sus estudios. 
4.     Invierta en sus dones y déjelos servir. A veces tocar la batería es la única razón que un HdM tiene para levantarse el domingo.
5.     Demuestre la gracia de Dios: Siga amándolos cuando cometen errores.
6.     Cuando hay conflicto en la iglesia, no envenene a sus hijos con sus actitudes.
7.     No los exponga innecesariamente a la crítica y observación de los miembros de la congregación, usándolos en ilustraciones de sermón.
8.     Protéjalos de expectativas injustas en la iglesia; déjalos actuar como chicos y no se asuste con sus locuras normales de la niñez y la adolescencia.
9.     Motívenlos a tener amistades sanas fuera de la iglesia, por ejemplo con otros HdM y con amigos adultos que los entienden.
10.  Proteja sus días de descanso y saque tiempos especiales para estar con la familia, como vacaciones.
11.  Permita que sus hijos conozcan líderes cristianos y participen en lo mejor del mundo cristiano: campamentos, conciertos, paseos, seminarios, talleres y otras actividades similares.

Los líderes de ministerios para HdMs pueden crear relaciones y ambientes propicios para marcarles positivamente la vida.
1.     Apoye a los HdM con amistad y comprensión. Es más importante caminar con ellos que predicarles.
2.     Ingenie ambientes para encuentro con Dios. Al HdM le cuesta adorar y conectarse con Dios en la iglesia de sus papás. Los campamentos para HdM les dan un ambiente libre de observación.
3.     Ayúdeles a crear una identidad positiva como HdMs. Conéctelos e identifíquelos con camisetas especiales, actividades informales, y redes sociales.
4.     Esté atento y disponible para los momentos de crisis. El HdM no tiene con quién compartir su crisis – sea la válvula de escape que necesita para desahogarse.
5.     La amistad con otros HdM es importantísima. Juntos la vida es más tolerable.
6.     Aproveche los testimonios. El HdM tiene menos excusas cuando puede escuchar a un compañero decir: “A mi me han pasado cosas feas también, pero yo he escogido ser una persona de Dios. ¿Cuál es tu problema?”
Los hijos de ministros representan la próxima generación del pueblo de Dios. Cuando ellos tomen su lugar para cumplir los propósitos de Dios, la familia pastoral y la iglesia entera serán más sanas y fuertes. ¡Gracias por amar a los hijos de ministros!






[1] En diferentes países los ministerios para hijos de ministros usan nombres distintos, entre ellos Hijos de Ministros (HM o HdM), Pastores Hijos (PH), e Hijos de Pastores (HPs o HdP). El ministerio en Costa Rica, Hijos de Ministros Acercándose a Dios, ha usado el término “HP” por más de doce años, pero entendemos que se presta para doble sentido y este artículo usa HdM como abreviatura.
[2] Es la tesis del autor, para cumplir los requisitos del programa Doctor de Ministerio en el Seminario Teológico de las Asambleas de Dios, AGTS, en Springfield, Missouri, USA. La tesis en inglés se encuentra aquí:  http://agts.edu/dmin/project/Dahlager_FinalProject_2 27 12_JD.pdf.
[3] Timothy L. Sanford, “Tengo que ser perfecto” y otras herejías de la casa pastoral (Colorado Springs, CO: Llama Press, 1998).
[4] Cameron Lee, PK: Helping Pastors’ Kids Through Their Identity Crisis (Grand Rapids, MI: Zondervan, 1992). En español el título sería HP: Ayudando a los Hijos de Pastores a Través De Su Crisis de Identidad. Lee es sicólogo en el Seminario Teológico Fuller en California. El libro no está traducido al español.
[5] Por ejemplo, el artículo de Michael Phillips, “Fatal Reaction: Antidotes to PK Poisoning” Leadership 13, no. 4 (Fall 1992): 26-32. En español el título sería “Reacción Fatal: Antídotos al Envenenamiento de los HP.” Este artículo se cita en muchos escritos, pero fue basado en conversaciones privadas de un grupo muy pequeño de HdMs adultos, junto con las reflexiones de tres pastores respetados por el autor.
[6] Esta es una de las enseñanzas más importantes del libro de Sanford, página 17.
[7] James Marcia, “Identity in Adolescence,” in Handbook of Adolescent Psychology, ed. J. Adelson, 159-187 (New York, NY: Wiley & Sons, 1980), 161.

1/17/2014

¿Cómo mantener la vida espiritual después del campamento?

Llegó el lunes en la mañana.

Durante el fin de semana estuviste en campamento, cuando Dios te habló, pudiste compartir con excelentes amigos, te desahogaste con los compañeros de cabaña, te raspaste la rodilla en el tiempo de recreación, cantaste y brincaste en la alabanza, y quizás lograste que aquella persona linda te pusiera un poco de atención.

Pero ya volviste a la vida de siempre: estudios, trabajo, familia, amigos, iglesia, barrio, cocina, comida, tele, playstation, fútbol, bañarse, etc. Estuviste en una montaña espiritual y emocional, donde pudiste mirar el camino por delante y tomaste algunas decisiones, pero ya volviste para caminar en la trinchera.

Unos días después de un campamento uno tiende a volver a los mismos ritmos y hábitos de antes, para bien o para mal, a menos de que haya un plan intencionado para producir cambios duraderos. He aquí algunos consejos para poner en práctica lo que Dios te dio en el campamento:

1. Entienda que un bajonazo emocional es normal.
Un campamento es un tiempo intenso de experiencias especiales. Cuando uno vuelve a casa es normal estar cansadísimo y querer dormir. Es normal extrañar a sus amigos del campa. Es normal sentir que su iglesia local y culto de jóvenes son menos emocionantes que los cultos en campa. Es normal sentir frustración cuando sus buenas intenciones del campamento – por ejemplo, orar 3 horas por día – son difíciles de poner en práctica. 

2. Elabore un plan para desarrollar hábitos nuevos y compártalo con alguien
¿En el campa te propusiste desarrollar un hábito nuevo de devocionales personales? Haga un plan con un tiempo definido, por ejemplo que te vas a levantar a leer la palabra y orar por 20 minutos todas las mañanas a las 5:30 por una semana. Busque algunos amigos del campa o de la iglesia para hacer el experimento contigo, y si te gusta el resultado lo pueden repetir una segunda y tercera semana hasta crear un hábito nuevo. Para algunos la noche es mejor para orar, o en horas de almuerzo. Recuerde: toda la vida es un experimento. Siga experimentando hasta desarrollar hábitos nuevos, y recuerda que si tienes a otra persona que te puede apoyar es mucho más fácil.

3. Busque un mentor para las cosas más pesadas
Tal vez tienes algún hábito que necesitas romper o un proyecto grande que quieres emprender, pero es muy pesado y no lo puedes hacer solo; necesitas compartirlo con alguien. Pídale al Señor que te guíe a un mentor para ayudarte. Tal vez alguno de los líderes del campamento te pareció una persona seria y de confianza. Hay luchas con monstruos muy fuertes, como adicciones sexuales, patrones enfermos en un noviazgo, o desordenes alimentarias, que necesitan de ayuda especial. Por favor no deje que los gigantes ganen. Busque ayuda.

4. Empiece a servir
Muy posiblemente amas a Dios pero tienes sentimientos encontrados en cuanto a la iglesia. Sea como sea, la iglesia es el cuerpo de Cristo, y Dios te creó con dones especiales para servirle a Él. Apúntese para servir en algo: el sonido, ministerio infantil, un estudio bíblico, un proyecto misionero, algún proyecto comunitario. Si Dios te destinó para servirle con tu vida, empiece ya. Fidelidad en lo pequeño desarrolla músculos espirituales para servir en lo grande en el futuro. 

5. Prepárese para un ministerio futuro
Los edificios grandes requieren fundamentos fuertes, y los ministerios que Dios usa requieren de preparación. Si Dios te empieza a usar en la enseñanza de la palabra, sea con niños, jóvenes o adultos, en algún momento tienes que prepararte en el manejo de la Biblia y de las herramientas prácticas del liderazgo ministerial. Si su iglesia local cuenta con una escuela de líderes, comience por ahí. Lleve una o más materias en la sede más cercana del Instituto Bíblico. Haga un curso ministerial por correspondencia. Siga en esas clases de música, o de sonido, enseñanza, administración, etc. Dios quiere lo mejor que le podemos ofrecer. 

6. Integra a Dios en tu mundo diario
Dios se interesa en tus estudios, tu profesión, tus deportes, tus amistades…en tu mundo. No tienes que ser un ministro pagado por la iglesia para servirle al 100%. Busca formas de ser testimonio y luz en todo lo que haces. Dios no nos llama a una profesión eclesiástica, sino a servirle a Él. Hazlo con todo lo que tienes. Recuerda: desconectados de la presencia y el poder de Cristo, nada podemos hacer.

7. Siga buscando a los amigos cristianos
La Biblia nos motiva a no dejar de reunirnos con otros creyentes. Ser un buen cristiano no significa que cortamos con toda amistad con no-creyentes, pero si solamente andamos con ellos se hace más y más difícil escuchar la voz de Dios. Como dice el dicho, "el que con lobos anda a aullar aprende." Busca tus amigos del campamento u otros cristianos en tu lugar de estudio para apoyarse mutuamente.

8. Dios hace milagros cuando nos atrevemos en obediencia
Dios no va a hacer milagros en tu vida si no te arriesgas primero. Dios no va a salvar a tu compañero fiestero o a tu amiga que se está cortando si no tomas pasos de fe. Si Dios te está hablando, se valiente y obediente, y vas a ver la mano milagrosa de Dios apoyándote.

Creemos en lo que Dios está haciendo en tu vida. No vuelvas atrás…¡Dios está contigo!

¿Tienes alguna otra idea para mantener la vida espiritual después del campa? Compártalo en los comentarios. Bendiciones, amigos.

- Jon
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Unas palabras de mi amigo Roberto Arce, quien trabaja con los Pastores Hijos (PHs) en El Salvador, acerca del esfuerzo post-campamento:

Saludos y bendiciones para todos: ¿Cómo mantengo una vida espiritual después del campamento?... algo que ha estado sucediendo con los hp en El Salvador es que se están reuniendo en grupos pequeños de gente que viven cerca y mantienen la comunión entre hp eso los hace ayudarse mutuamente para buscar de Dios y aparte pasar un rato de diversion, por otro lado se les puede sugerir que busquen un tutor de preferencia que siempre sea un hp, por ejemplo yo estoy guiando a unos chivos de manera individual con unos estudios bíblicos de proverbios algo muy básico, y ellos han despertado el interés de leer y practicar lo que la Biblia dice ya que son ellos mismos quienes están desarrollando el habito de la lectura, pero con alguien supervisándolos y haciéndoles preguntas de la lectura diaria.
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De Maureen Herrera:
Algo que yo tuve que hacer en su momento, fue enfrentar la pena de saber que otra vez estaba igual.. Me sentía más cómoda ignorando que había bajado la guardia y volviendo otra vez a la vieja vida de apariencias. Creo que hasta que me decidí a enfrentar esa vergüenza de decirle a Dios "te fallé otra vez y detestaría volver a hacerlo" fue que empecé a retomar lo que para mi es básico para mantener una relación con El; es decir, volver su Palabra y a estar en comunión con El! Se puede ir a mil campamentos, retiros o congresos, pero si no se cultiva esa relación con El, es cuestión de tiempo para volver a ser igual que antes.
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De Joseth Gamboa:
Roberto y Mau yo creo que recogen dos principios básicos. Los campas nos retan a hacer cambios en nuestra vida de comunión con Dios y en nuestro entorno, ahora bien una cosa es sentirse retado y otra asumir el reto. Si no queremos retroceder hay que tomar decisiones y cambiar lo que nos dañaba, sean hábitos o amistades. Si seguimos haciendo lo mismo se volverá a lo mismo.
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De Sily Mena:
creo que las dos cosas son vitales, tener a quien dar cuentas primero a Dios manteniendo una relación con él, porque esas cosas que nos hacen caer o esos pecados que no hemos querido dejar nos alejan de Dios. Y el hecho de tener gente cerca que nos escuche y nos entienda, no alguien de la igle ojala un hp que se ponga en nuestros zapatos, y a quien se le pueda pedir consejos, que ore por nosotros, los grupos que menciona Roberto son muy buena idea.